Era un día más en el temerario mundo de la conocida abogada Victoria Cárdenas, una joven tímida y con un cerebro prodigioso, portadora de una habilidad especial en el arte de la sabiduría. Como todos los días Victoria se encontraba en su despacho tomando una taza de capuchino y revisando todos los casos pendientes; entre archivos y hojas no solía haber más que letras pequeñas y un montón de historias, bueno, por lo menos así había sido hasta ese día… Al abrir uno de los folder cayó en su escritorio una carta un poco extraña, pues en su parte trasera tenía un símbolo que para Victoria resultaba siendo un total misterio, sin embargo, al ver la carta esta audaz abogada no dudó en abrirla y darse cuenta de que lo que se trataba.
La carta tenía una nota clara “Te hemos estado observando y nos hemos podido dar cuenta de que tu hermana no es tan inocente como la sentencia lo dice, más vale que llegues a esta dirección o sino tu hermana le dirá adiós a su libertad.” Victoria se asustó, sintió miedo, y más que eso, sintió desespero. La inocencia de su hermana era un tema que ella pensaba que nadie conocía, por lo que decidió ir y evitar terminar con la buena reputación de su familia.
Mientras esto ocurría en la oficina de la abogada, al otro lado de la ciudad se encontraba en la sala de un prestigioso banco una sensual y atractiva chica, su nombre era Ana y era más conocida en el bajo mundo como La reina, su fuerte eran los engaños, las estafas y los robos, se caracterizaba por ser toda una profesional en su trabajo, era tan absurdamente bella que cualquier hombre quedaría en la calle bajo los efectos de sus encantos. Ese día Ana tenía la misión de robar el banco, su objetivo era llegar al cuarto de cámaras y controles para dejar todo el edificio sin energía y sin movimiento alguno, pero todos sus planes se vinieron abajo cuando descubrió una carta en medio de su bolso. La carta no era muy diferente a la que había recibido Victoria, su contenido era una amenaza con la misma dirección, solo poseía una pequeña diferencia y era que en la parte inferior había una especie de código encriptado que evidentemente para Ana resultaba siendo todo un misterio.
Tal como lo había decidido Victoria, Ana también tenía su historia que guardar, por ello toma la decisión de ir a la dirección escrita en la carta y enfrentarse con lo que sea que le toque.
La historia de Martin no es tan caótica como la del resto, es un hacker con pocos secretos pero con una fenomenal capacidad para intervenir en cualquier red, su vida está llena de ofertas de negociantes ilegales y de tecnología por doquier; él es el sabelotodo de la red, es capaz de encontrar hasta el código binario de una página protegida, y justamente esa fue la forma como recibió su carta. Martín se encontraba descifrando el código de un sitio web que lo dirigía hasta unas cuentas de banco, cuando de repente en su pantalla aparece una ventana emergente con el mismo símbolo extraño que hemos mencionado, y con la misma dirección. La amenaza que este recibió giraba en torno a su más preciado tesoro, su colección de discos duros, por ese motivo se vio en la tarea de atender el asunto e ir a donde se le pedía.
Del mismo modo, Aurora, una fría y sigilosa asesina, tuvo que acceder a los requerimientos de una carta que recibió preciso cuando una de sus víctimas iba a ser asesinada por ella; El momento en que su víctima le entrega la carta justo antes de morir hizo que Aurora se conmocionara y optará por leer la carta, seguido de hacer justo lo que le pedían en ella.
El simple hecho de que estos 4 personajes hayan accedido a ir al sitio los envuelve en una aventura que ni ellos mismos se imaginan lo que podrían vivir.
Al llegar al sitio cada uno de los convocados se dio cuenta que no era el único a quien le había llegado la carta, todos eran desconocidos y por cosas del destino, todos habían coincidido en el mismo lugar y por una razón... Oculus.
Ellos no sabían con quien se encontrarían, tampoco eran conscientes de que la misión que debían realizar los llevaría a vivir la aventura más misteriosa; en sus cabezas lo único que estaba presente era la necesidad de cuidarse de las amenazas de esas cartas.
Estando en el sitio se presentaron todos, se preguntaron si habían recibido una carta y la mostraron para comprobar que era cierto. También se ocuparon en explorar el lugar, era un edificio abandonado, con una estructura añejada y un poco vieja. Al entrar a una de las habitaciones encontraron una pared con el símbolo de sus cartas y un mensaje que les decía que debían hallar un código para poder comenzar con su misión.
Aunque recibían indicaciones, no decía a qué misión se estaban enfrentando, ni contra quién debían batallar y tampoco qué era exactamente lo que estaban buscando, ni el objetivo de ello. El único emocionado era Martín, pero aunque amaba el cómputo y el análisis de algoritmos binarios, temía descubrir algo que no le gustará.
¿Qué pasará con estos 4 personajes? ¿Emprenderán la misión o desistirá? ¿Se arriesgará? Ahora la decisión es tuya.